Objetos de Luz parte del origen y materialidad del Ónix calcáreo, un silice de variedad criptocristalina con propiedades translúcidas. Esta piedra proviene de Urihuana, una cantera ubicada a 10 km al noroeste de la ciudad de Cangallo, en Ayacucho. Es una región ubicada en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, muy conocida como un núcleo cultural en el Perú, Desde la aparición de la cultura Wari (500-1100) que desarrolló una identidad cultural regional propia muy importante, manifestada en distintas expresiones como el tallado de alabastro, alfarería, textilería, la música y danza.
Ayacucho fue también la región que sufrió más la violencia durante la guerra interna de la década de los 80s, entre grupos armados del gobierno y terroristas.
La luz proyectada a través del mineral transforma el espacio y nos invita a la introspección, a un instante de silencio, de relación con la experiencia de luminosidad como cuando observamos al sol o a una estrella. A través de la pieza experimentamos el paso de lo material a lo inmaterial, remontándonos inevitablemente también a la memoria del lugar de origen, Ayacucho. Sin embargo, la luz proyectada desde el interior nos habla de una energía latente de transformación en el futuro.
Ónix de Urihuana Ayacucho, ónix peruanito de Junín y mármol gris fátima de Huánuco