Las piezas parten de explorar nuestra relación con el mundo vegetal, así como formas de retomar el contacto físico con el paisaje que habitamos, como punto de partida para la creación. Nos identificamos con las plantas que nos rodean y creamos a partir de ellas y sus ecosistemas. A través del acto de tejer con junco recuperamos de alguna manera el contacto físico con los humedales de la costa, y establecemos una relación con este ecosistema. El uso del junco se remonta a épocas prehispánicas. El vínculo que establecieron los antiguos habitantes del Perú con esta planta hizo posible el desarrollo de la tecnología textil en nuestro territorio. Los primeros tejido encontrados en el Perú datan de 9000 años A.C. y fueron hechos en las fibras vegetales de junco, totora y maguey. El proyecto Sandalias nos permite explorar nuestra relación con la indumentaria prehispánica y acercarnos a nuestra historia, tendiendo un puente a la tradición de calzado local.
Al ser un calzado vegetal, la sandalias de junco tienen un ciclo de vida sostenible: son prendas biodegradables, e incluso compostables.
Junco de los humedales de Huacho