Los antiguos objetos rituales nos conectaron con la diversidad natural de nuestro entorno. Las imágenes de los animales y plantas que habitaban nuestros paisajes fueron grabadas en los utensilios. Las piezas se utilizaban durante los rituales, se permitía tocar o estar en contacto físico y simbólico con los animales, que eran considerados como seres sagrados o mágicos. Más tarde, durante el período colonial, el pensamiento católico y antropocéntrico prohibió este tipo de rituales y cultos hacia los animales, considerados como seres inferiores al servicio de los seres humanos. Las piezas Cucharas y Sacacorcho tratan de recuperar el contacto simbólico con las aves de las islas guaneras, las aves de los humedales, así como con los mamíferos más grandes que habitan nuestra costa, la ballena jorobada.
Madera de la Amazonía